Efecto de dilución

DÍA 55

Es muy interesante el estudio que se hace a nivel de salud pública y es el de la baja incidencia de enfermedades infecciosas para el ser humano en lugares donde hay una gran biodiversidad. Es el “efecto de dilución”. Este efecto lo explica muy bien la Revista de divulgación científica Oikos, publicada por el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“Cuando un ecosistema está intacto y sin perturbar, todas las especies de ese ecosistema están presentes, incluidos los patógenos; éstos, sin embargo, están diluidos gracias a la gran diversidad de especies presentes. Cuando el ecosistema se perturba, unas pocas especies se pueden volver extremadamente abundantes y, cuando eso sucede, sus patógenos también se vuelven extremadamente abundantes. Esto facilita la aparición de brotes de enfermedades. El efecto de dilución es, entonces, la respuesta que tienen los ecosistemas bien conservados de diluir a los patógenos siendo nuestra mejor defensa ante las enfermedades infecciosas emergentes.”

Esto significa que una gran biodiversidad permite reducir la transmisión de enfermedades infecciosas y estos variados ecosistemas naturales protegen el mantenimiento de la vida y de los seres humanos. Pero cuando se perturba el ecosistema algunas especies se pueden volver extremadamente abundantes y por tanto sus patógenos también lo hacen. Esto facilita la aparición de brotes de enfermedades.

Se observa cómo influye el incremento de temperatura en la aparición de nuevas enfermedades, por ejemplo se ha observado que que nuevos brotes de enfermedades desconocidas que surgen del suelo congelado durante millones de años, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en Bulgaria sucedió debido al incremento en la temperatura media, la deforestación de Malasia provocó la migración de los murciélagos de fruta, portadores de la enfermedad de Nipah. 

El 60% de las enfermedades infecciosas humanas registradas son zoonóticas y el 75% de las enfermedades infecciosas nuevas tienen origen animal. Para que se transmita se requiere la intervención del patógeno y su huésped y en ocasiones se requiere una especie intermedia como mosquitos, garrapatas o pulgas llamada vector que es la que transmite la enfermedad.