De un limón, limonada

DÍA 24

Se me pasan los días volando. Qué actividad!

Grabar unos vídeos para enviar a una compañera. Va a montar un vídeo que saldremos todas nosotras. Un trabajazo.

Hacer bici, la comida, un repaso a la cocina, leer… es un no parar de hacer cosas. Está época es dura y hay que estar entretenida. Pero hay que aprovechar a hacer cosas que sirvan para algo, para uno mismo. Y tenemos un tiempo perfecto para reflexionar y aprender. De un limón hay que sacar una limonada.

Me he apuntado a tantos cursos, iniciativas y voluntariado que he tenido que hacerme un calendario. Son muchas cosas y muy interesantes. Conforme vaya haciendo iré describiendo poco a poco los resultados.

Está lloviendo y haciendo mal tiempo todo el día. Incluso esta noche ha nevado. Yo prefiero que haga este tiempo porque así las calles permanecerán más vacías. He aquí algunas de las ciudades del mundo que están vacías. Impresiona.

Una pareja de patos en una calle vacía de París (Francia), 

el 22 de marzo de 2020. Olivier Borde (Getty)



Un hombre camina por el puente de Westminster, 

con el Parlamento británico al fondo, en el centro de Londres, 

el 21 de marzo. DANIEL LEAL-OLIVAS (AFP)

Elpuente de la constitución construido sobre el Gran Canal

en Venecia (Italia) completamente vacío, el 15 de marzo.

MANUEL SILVESTRI (REUTERS)

Un peatón camina por un Wall Street casi vacío por el brote
del coronavirus, en la ciudad de Nueva York, el 23 de marzo.
MIKE SEGAR (REUTERS)



Un vehículo blindado vigila una intersección en la avenida Abancay
en Lima (Perú), el 18 de marzo. RODRIGO ABD (AP)

Decenas de palomas se amontonan en la desértica plaza del Duomo,
donde se encuentra la catedral de Milán (Italia), el 9 de marzo.
MATTEO CORNER (EFE)



Un mono cruza una carretera cercana al palacio presidencial
de la India en Nueva Delhi, durante un toque de queda para limitar
la propagación del COVID-19, el 22 de marzo.
ANUSHREE FADNAVIS (REUTERS)

El Arco del Triunfo de París, en una imagen inédita, sin peatones
ni tráfico, el 23 de marzo. PHILIPPE LÓPEZ (AFP)



La plaza de España, uno de los lugares más concurridos de Roma (Italia),
completamente vacía, el 18 de marzo. ALFREDO FALCONE (AP)



Una persona se sienta en los escalones del monumento a la Reina Victoria
mientras contempla el palacio de Buckingham en Londres (Reino Unido),
el 23 de marzo. MATT DUNHAM (AP)

El Strip de las Vegas (EEUU), la avenida más famosa de la ciudad
y una de las más conocidas del mundo, sin tráfico, el 18 de marzo.
ETHAN MILLER (GETTY) 



Vista de la avenida 9 de julio, una de las arterias principales
de la ciudad de Buenos Aires (Argentina), el 23 de marzo.
MATIAS BAGLIETTO (REUTERS)



El puente de Carlos sobre el río Moldava en la ciudad de
Praga (República Checa), casi sin peatones, el 20 de marzo.
DAVID W. CERNY (REUTERS)

La madrileña Puerta del Sol vacía, el 14 de marzo.
JAIME VILLANUEVA

Una mujer espera a que cambie la luz antes de cruzar
Michigan Avenue por el distrito comercial Magnificent Mile,
en Chicago, Illinois. SCOTT OLSON (AFP)



El Walt Disney Concert Hall, permanece cerrado en
Los Ángeles, California. MARIO TAMA (AFP)

Una vista del Times Square vacío. La industria del turismo
y el entretenimiento en Nueva York.

JOHN LAMPARSKI (GETTY IMAGES)

Mateo, capítulo 24

DÍA 23

Y empezamos semana, hoy es lunes, aunque no lo parece. Y 30, ya ha pasado el mes.

Hoy he recibido muchas malas noticias. Familiares de amigas y compañeras están enfermos y las pobres están desoladas. Hay que tener mucha fuerza y valor y sobre todo no perder el ánimo porque si no este virus te atrapa. Es fácil decirlo porque hay que vivirlo.

Estamos en el centro de un huracán de magnitud creciente y hay que sacar lo mejor de nosotros mismos observando lo que está ocurriendo, que no tiene sentido pero que seguro que tiene su por qué y su para qué. Hay que confiar en la vida.

Y todo lo que está ocurriendo ahora ya estaba pronosticado. Está muy claro explicado en la Biblia, Mateo capítulo 24. 

Karoshi

DÍA 22

Hoy he tomado el sol un rato, se está de maravilla en la terraza. La verdad es que es una suerte, otros no pueden.

Con Rafa estamos fenomenal. Cada día nos reímos mas con él, la verdad es que lo está llevando bastante bien dentro de la de problemas que tiene en la cabeza con su trabajo. Lo importante es que estemos sanos y creo que estamos a gusto.

Hemos visto un vídeo de hace muchos años que salía Cristina. El del virus peludo. Cómo nos hemos reído!

Estoy preparando otro cuento para los niños, éste lo voy a colorear y lo contaré pasando páginas. A ver qué tal me queda. Al menos hay que tener algún entretenimiento a parte de lo cotidiano.

Espero que no me pase como a los japoneses. Usan la palabra Karoshi que quiere decir “muerte por exceso de trabajo”. Creo que a esta sociedad es lo que le ha pasado, hemos muerto por exceso de trabajo, estrés, culto a la velocidad, sobrevivir en vez de vivir. Al final hemos tenido que parar. Y además de golpe así que el batacazo ha sido monumental. Ha sido como pasar de 0 a 100 en cero coma segundos.

In media virtus

DÍA 21

Seguimos aquí. Sanos. Hoy he hecho mucha bici al ritmo de la música. Menos mal. Una maravilla poder escuchar a este chico.

He estado leyendo varios artículos interesantes. Cada vez tengo más dudas de todo. Para leer el artículo pulsar aquí. Si lo borran lo tengo guardado.

He grabado un vídeo para los niños de la escuela, les he contado el cuento de una pajarita. Ha quedado chulo. Espero que al menos se entretengan un poco. Es poca colaboración, pero algo es algo.

También hemos visto una peli los tres juntos. Contagio. Parece que somos protagonistas de esa película. Es todo tan real.

Nos hemos acostumbrado a transitar por la vía rápida de los excesos y los extremos. Y hemos olvidado que existe un sendero del medio al que Aristóteles denominó el “justo medio”: “in media virtus”. En él prima la moderación y el sentido común, se saborea el aquí-ahora y las pequeñas cosas y los detalles de la vida, con alto valor de uso pero con bajo valor de cambio; se disfrutan los espacios para el encuentro interior y silencio; se comparte y se goza con los demás.

El oro

DÍA 20

Hoy viernes he ido a la compra, he llenado bien la despensa para no tener que bajar en muchos días. Antes de las nueve ya había una fila enorme para entrar. Me ha dado mucha pena todo y el silencio que había también me ha llamado la atención. Era inusual.

Luego el día se ha pasado enseguida viendo reportajes interesantes de científicos y médicos. Yo ya  no se qué pensar de todo esto. Es todo un poco raro, el tiempo quizás enseñe la verdad o no. A mi desde luego me tiene todo con la sospecha.

Parece que estamos en estado de sitio pero este virus llegará a todos. Muy interesante lo que cuentan. Pedro Baños cuenta cómo es la estrategia de seguridad nacional de Reino Unido y por qué ellos están más preparados. Otra cosa muy importante que cuenta es el valor del oro y por qué China y Rusia quieren dar valor al oro. Ya lo dijo Marx “El oro circula porque tiene valor y el papel moneda tiene valor porque circula”.

Nariz vertical, mirada horizontal

DÍA 19

Jueves día 26 de marzo. Sigo las rutinas de la mañana para no perder el hábito.

Hoy he visto una película, me ha gustado mucho la historia y la música. Es: Zen, la vida de Dogen. Narra la vida de un monje budista que cumpliendo los últimos deseos de su madre, dedica su vida a la meditación, viaja a China y retorna a Japón instaurando la escuela Zen. Fue quien dijo esa frase tan mítica de “nariz vertical, mirada horizontal”. Al menos la tarde se me ha pasado enseguida y sin oír hablar de lo único que se oye todo el día en la radio y la tele. 

Zen, la vida de Dogen

Película japonesa dirigida por Takahashi Banmei (2009) Eihei Dōgen, también Dōgen Zenji o Dōgen Kigen o Koso Joyo Daishi (literalmente Gran Maestro) (19/01/1200 — 22/09/1253) fue un maestro budista japonés y el fundador de la escuela Sōtō Zen en este país. Nacido en Kioto en el seno de una familia noble, quedó huérfano de padre y madre a muy temprana edad, siendo adoptado por uno de sus tíos. A los 13 años, entró como novicio en el Monte Hiei, centro de la escuela Tendaishū.

En la primavera de 1223 partió hacia China, regresando a Japón en 1227 tras haber sido reconocido por el maestro Rujing como maestro de la escuela Cáodòng. Tras su regreso, desarrolló su actividad religiosa en templos cercanos a Kioto, reuniendo a su alrededor una comunidad de seguidores de la nueva escuela del Budismo Zen. En 1243, se trasladó con ellos a Echizen, en la actual prefectura de Fukui. En esta región, fundó el templo Eihei-ji, que se mantiene hasta la actualidad como uno de los dos templos principales de la escuela Sōtō Zen.

En el corazón de la variedad de Zen que enseño Dōgen hay una serie de conceptos clave, los cuales son recalcados de forma repetida en sus escritos. Todos estos conceptos, sin embargo, están íntimamente interrelacionados unos con otros en el grado en el que todos están directamente conectados con zazen, o la meditación sentada, la cual consideraba Dōgen que es idéntica al Zen, como se expresa claramente en la primera frase del manual de enseñanza de 1243 “Zazen-gi”:

“Estudiar el Zen… es zazen”.

“Zazen-gi” (Principios de Zazen)

Cuando hace referencia a zazen, Dōgen a menudo se refiere específicamente a shikantaza, traducible libremente como “nada más que sentarse” o “sólo sentarse”, que es un tipo de meditación sentada en la cual el meditador se sienta “en un intenso estado de atención concentrada que está casi libre de pensamientos, no dirigida sobre objeto alguno, y unida a ningún contenido en concreto”.

Su obra maestra, el Shōbōgenzō, es una de las cumbres de la literatura Zen. Escrita a lo largo de más de veinte años, se compone en sus ediciones canónicas de 92 libros. Dōgen trató en ellos una gran variedad de temas, desde indicaciones prácticas para la organización de la vida monacal o la correcta práctica del zazen, a recuerdos de su viaje a China o reflexiones filosóficas, entre las cuales destaca su concepción del tiempo.

Ficha Técnica

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Título: Zen.La vida de Dogen
Título original: Zen
Año: 2009
Duración: 127 min.
País: Japón
Dirección: Banmei Takahashi
Guión: Banmei Takahashi (Novela: Tetsuo Ohtani)
Música: Haseo Nakanishi, Ryudo Uzaki
Fotografía: Noriyuki Mizuguchi
Reparto: Kantarou Nakamura, Yuki Uchida, Sho Aikawa, Tatsuya Fujiwara, Masanobu Katsumura, Kengo Kora, Jun Murakami, Masahiko Nishimura, Takashi Sasano, Shun Sugata, Keiko Takahashi, Ryushin Tei, Kenichiro Yasui, Tianyong Zhen.
Productora: Kadokawa Pictures
Género: Drama

https://vivirsinbeber.com/2019/03/27/cine-en-cubierta-zen/

El dinero

DÍA 18

Sigo durmiendo regular. Todos los días me despierto a la misma hora sobresaltada, escuchando un ruido, un golpe. Siempre a las cinco. No le doy importancia.

Disfruto leyendo por la mañana, hoy en concreto parece que la lectura era a propósito de hoy y lo que ocurre.

“No confundas valor y precio: lo que realmente tiene valor en la vida no puede ser medido en euros, ni comprado ni vendido.

Las cosas que sí tienen precio no son tan necesarias. Para vivir se necesitan muchas menos cosas.

El dinero es energía y es abundante.

El dinero fluye no por las circunstancias laborales sino por la forma y cuantía ajustadas a tu proceso consciencial.

El dinero se expande cuando se comparte.”

(Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo. Emilio Carrillo)

Infoxicados

DÍA 17

 Hoy me he levantado con una actividad y energía impresionante. Limpiar toda la casa, ordenar armarios de la cocina, cocinar. En fin, como si tuviera prisa.

Por lo demás bien, el móvil cada vez suena menos, creo que estamos cansados de tanto chiste, foto y demasiada información. Estamos infoxicados.

He llamado a mi sobrina Paula, hoy es su cumpleaños. Ya le he dicho con ironía, a celebrarlo con la familia. Jiji. Su niño que tiene año y medio quería salir a la calle los primeros días así que le ha escondido los zapatos y el abrigo, se acabó el problema. Muy buena idea. Pobres, con el niño en casa todo el día y lo que nos queda y encima la preocupación del ERTE que le han hecho a ella y la hipoteca y demás. Una locura.

En cada familia hay un drama. No se cómo saldremos de esta.

Poema

DÍA 16

Hoy he dormido mal, supongo que es normal. Así que me he despertado mas tarde de lo habitual. El caso es que ya no he leído ni bici. A las diez me han llamado para ir a la escuela, había que sacar la comida de la cocina. Vaya follón. La mascarilla, guantes, desinfectante,  una odisea salir de casa. Luego allí he sudado hasta la última gota pero por no quitarme ni el bolso ni el abrigo he preferido pasar calor. A la vuelta unas filas enormes en las tiendas, de locos. Para comprar el pan y dos cosas más la locura. Espero no salir en unos días.

Por la tarde decido ver documentales y una película. Algo que me distraiga porque lo de la mañana ha sido muy estresante. En la tele ya nos empiezan a contar que gente famosa se está muriendo. Y como novedad, una compañera está contagiada. El peligro cada vez mas cerca.

He encontrado este poema que fue escrito por K. O’Meara 

En tiempos de pandemia

Y la gente se quedó en casa
Y leyó libros y escuchó
Y descansó e hizo ejercicio
E hizo arte y jugó
A aprendió nuevas formas de ser
Y se detuvo
Y escuchó más profundamente. Algunos meditaban
Algunos rezaban
Algunos bailaban
Alguno se encontró con su propia sombra
Y la gente empezó a pensar de forma diferente
Y la gente se curó
Y en ausencia de personas que viven de manera ignorante,
Peligrosos
Sin sentido y sin corazón
Incluso la tierra comenzó a sanar
Y cuando el peligro terminó
Y la gente se encontró de nuevo
Lloraron por los muertos
Y tomaron nuevas decisiones
Y soñaron nuevas visiones
Y crearon nuevas formas de vida
Y sanaron la tierra completamente
Tal y como ellos fueron curados

Para los chiquitines

DÍA 15

Comienzo el domingo con las rutinas habituales y me encanta.  Así me parece que controlo mas lo que pasa. Creo que estamos durmiendo poco en general, con desajustes. El día pasa sin más. Por la mañana intento no ver televisión ni watsap ni nada. Luego por la tarde ya me da igual ahogarme en noticias.

Hoy les grabo el vídeo a mis chiquitines de la escuela. Rafa le da ese toque final para que parezca más bonito 

Y el día pasa sin más. Quizás más sensible porque hoy hace años que murió mi padre, no digo nada porque bastantes muertos vemos ya en la tele como para recordar a otro. Me acuerdo yo y punto.

Gracias

DÍA 14

Hoy es sábado y parece que tengo más ganas de hacer cosas que ayer. Mi momento de lectura en solitario me gusta mucho, siempre me ha gustado pero ahora todavía más. Desayuno en silencio y después leer. Me encanta.

Después un rato de bici, eso me obliga a ducharme, vestirme, y parece que en ese momento comienza el día. Rafa está muy preocupado con el trabajo, no hay respuesta de los ayuntamientos y ve que todo se cae. Quedan pocos días para que finalice el mes y habrá que tomar decisiones.

Cristina todo el día tocando el clarinete, la locura para ella también. Lo está llevando muy bien. Hoy han intentado tocar toda la orquesta junta por skype, pero no ha salido del todo bien.

Mis amigas las divinas están todas bien, que alegría. Uno va pensando en todos los amigos y da miedo que se pongan malitas.

Ya he recibido la primera noticia de alguien que conozco que está malita.

Tengo la impresión de estar todo el día comiendo. Un no parar. Del watsap empiezo a estar cansada, estamos en general muy sensibles.

Y por la tarde haciendo tiempo viendo vídeos interesantes de científicos y médicos en el programa de Iker Jimenez que tanto me gusta, hasta que salgamos a aplaudir a todos los que se están esforzando infinito por nosotros.

GRACIAS.  

Paciencia, confianza, serenidad, consciencia

DÍA 13

Otro día más. Hoy estoy con un poco de angustia y eso que he empezado bien el día. La lectura matinal me gusta, estoy sola a mi aire como si estuviera sola en casa. Pero yo no sé por qué conforme ha pasado el día me he ido angustiando. No he tenido ganas de hacer bici, ni de peinarme. Nada. Tengo la sensación de que he dado vueltas en casa sin hacer nada. No pasa nada, tampoco hay por qué hacer. Como dice Emilio Carrillo hay que tener paciencia, confianza, serenidad,  consciencia y sacar lo mejor de nosotros mismos. Y todo eso es lo que intento hacer.

Por la tarde noche he preguntado a varios contactos cómo se encuentran y cómo están. De momento todos bien, sin novedades. Eso es bueno.

Tengo una idea que me da vueltas en la cabeza y es cómo puedo ayudar con cruz roja, hablo con una compañera y me dice que están llamando a los abuelitos para ver si se encuentran bien pero van a la oficina a llamar. Me da miedo ir. Sobre todo por si los míos caen enfermos por mi culpa. Aun así me quedo con la cosilla en la cabeza dando vueltas, es una pena no poder hablar con mis abueletes.

También he decidió participar en los vídeos de la escuela, mañana me grabo uno. Con ese pensamiento me duermo más tranquila.

¿Hemos parado el mundo o nos han parado?

DÍA 12

Jueves 19 de marzo, día del padre. Pobres padres, que fiesta más sosa han tenido, eso sí, rodeados de los más allegados. Y seguimos aquí en casa, intentando hacer cosas que nos entretengan el mayor rato posible. Lectura, bici, limpieza.

Cuando nos asomamos a la ventana nos quedamos mirando unos a otros, eso antes no lo hacíamos, pero ahora nos miramos. Es como si quisiéramos saber si se encuentran todos bien, si nosotros lo estamos y al cruzar las miradas nos decimos un día mas que lo hemos superado. En realidad no estamos encerrados porque estamos unidos, estamos más centrados, pensamos los unos en los otros sintiendo la unión entre todos.

APLAUDIR, RECONOCER, VALORAR, EMOCIONAR. ¡SI! ¡Somos un gran pueblo!

Me he dado cuenta que los primeros días se oía mas a los vecinos, se oía la tele, mover muebles, jugar a la play, pero ahora ya hay más silencio, estamos todos un poco de bajón. Excepto cuando salimos a las ocho a aplaudir. Hoy por ser San José cantaremos el archiconocido “Hola don pepito” en honor a todos los joses.

¿Hemos parado el mundo o nos han parado? Esa pregunta todavía hoy no la puedo responder.

Hoy hablando con mi directora me ha contado que van a grabar unos vídeos para los niños de la escuela, para que se entretengan. 

No estamos encerrados

DÍA 11

Hoy en casa todo el día. Esta mañana una limpieza general para mantener el hogar limpio. Todo con tranquilidad. Tienes la sensación de que tendrás todo el día para hacer todo pero al final no cunde tanto. Se pasan las horas muertas viendo noticias y Facebook. Me he propuesto hacer un plan diario, organizado para que no pasen las horas sin más.

A mitad de mañana empezamos a oír voces en las casas vecinas. Unos vecinos increpan a los que están mucho rato con los perros a lo que yo me uno y termino llamando a la policía. Creo que esto debemos pararlo entre todos y hay que alertar cuando veamos a alguien que lo está haciendo mal. En casa se me ha criticado por ser tan efusiva pero yo creo que es la única manera de conseguir parar todo esto que nos va a consumir de una forma o de otra.

Sanciones

Recapacitando por la tarde creo que no estamos encerrados, nos hemos dado un tiempo para observar la civilización que hemos creado entre todos. Tenemos que recapacitar en qué nos hemos equivocado, está claro que hemos hecho algo mal y esta es la muestra. El mundo nos ha puesto a pensar sobre nuestra forma de vida en el pasado. Nos iremos dando cuenta con el paso de los días que podremos vivir con mucho menos de lo que necesitamos hasta ahora. No hace falta acaparar tanto, tener, retener, poseer, acumular. Con mucho menos se puede vivir. Pero hacen falta días para que lo veamos.

Donación

DÍA 10

Segundo día que tengo que ir a trabajar. Hoy como ya se qué tengo que hacer me parece todo más fácil. El ayuntamiento está oscuro, casi da miedo. Consigo encender luces y empiezan a llegar los que les toca hoy estar.

La gente sigue llamando asustada. Otros llaman sólo para hablar, de nada en concreto, solo hablar. La mañana pasa rápida. Decido hacer una hoja explicativa para el resto de compañeros que vendrán. 

Solidaridad también la que recibí a mitad de mañana. Una ciudadana china entregó de forma altruista una caja llena de paquetes de guantes y otra con botellas de alcohol. Casi no me dio tiempo a darle ni las gracias. Echó a correr. Enseguida llamé a salud para poder repartir todo ese material tan valioso hoy en día. Quien nos lo hubiera dicho, hace unos días criticábamos a los chinos y hoy son los más generosos con todos nosotros.

He observado varias cosas. Una, que da la impresión que recibimos menos emails que hace una semana. Efectivamente el mundo se está parando. Dos, hoy no haría cosas que hace una semana hice, como ir a un restaurante. Si hubiera sido más consciente de la situación no me habría movido tanto de casa. Quizás no se hubiera propagado el virus tan alocadamente. 

Otra cosa que me ha llamado la atención es la de veces que mis superiores me han dado las gracias por ir a trabajar. Creo que un trabajador de la administración pública tiene que hacer eso, ir a trabajar y servir y ayudar a los ciudadanos. Estamos para eso. Hay gente que no lo entiende, pero es así. 

Emociones a tope

DÍA 9

Me levanto muy pronto, quiero ir despacio y relajada. Voy escuchando la radio. No me encuentro a nadie en la calle. Tengo la sensación de ser una de las protagonistas de una película. Llego al ayuntamiento y tengo que entrar por la puerta de la policía. No saben qué hacer conmigo ni yo sé qué tengo que hacer. Espero sentada en una silla hasta que llega la coordinadora de educación. Es una situación incómoda.  Veo a la policía reunida en una sala, unos van de un sitio a otro, llegan concejales. Nadie sabe qué hacer. 

Al fin accedemos dentro del ayuntamiento. No funcionan los teléfonos, ni intranet. Las pocas personas que estamos allí nos miramos con miedo. Todos llevamos guantes, algunos mascarilla. Poco a poco vamos aprendiendo cómo usar la centralita, quiénes somos los que estamos dentro del Ayuntamiento. Hay mucha colaboración entre los que estamos, concejales, técnico de educación, administrativos. Aprendemos juntos y juntas.

Empieza a sonar el teléfono. Al otro lado hay gente con problemas diversos. Quieren deshacerse de muebles porque están haciendo limpieza en casa, no saben qué hacer para pagar un recibo, los que les han embargado la cuenta, otros quieren certificado de empadronamiento, otros quieren licencia de obra porque están sin váter. Las preocupaciones de la ciudadanía son muy variadas.

Regreso a casa. Es un alivio.  Es difícil. Me ducho. Tengo la sensación de ir sucia.

Por la tarde llega el momento emocionante y es el de salir a aplaudir. Es algo que no debe faltar. El agradecimiento.

Están aflorando todas las emociones: miedo, rabia, ira, ternura, generosidad.

Qué saturación!

DÍA 8

Todo el día con saturación de información. Televisión, internet, facebook. Acabo agotada. Duermo mal pensando en que mañana tengo que ir a trabajar. No quiero que se me olvide nada. Los guantes, la mascarilla, el papel justificante de que trabajo, la manzana.

Salimos a aplaudir, hoy más pronto, a las ocho para que los niños pequeños también puedan hacerlo.

Aplausos día 2

Aplausos

DÍA 7

El sábado en casa es como una locura dedicada a la limpieza. Todo. Y con esmero. La lavadora va a explotar. Sólo salgo a la calle para ir a la farmacia. Voy con guantes y con miedo.

En casa todo el día, sin parar de hacer cosas. Casi es estresante.

A las diez salimos a aplaudir al balcón agradeciendo el esfuerzo de los sanitarios y demás personas que trabajan. Emociona.

Coslada aplaude

Un viernes 13 misterioso

DÍA 6

Viernes 13, a casi nadie le gusta esa fecha. El ambiente cada vez es más raro. En el grupo de conserjes al que pertenezco se pide colaboración voluntaria para repartir comida a familias necesitadas. En ese watshap se dice que habrá mascarillas y guantes. Ahí es cuando verdaderamente me doy cuenta de la magnitud del problema. Mis compañeros callados. Supongo que tienen miedo. Yo me ofrezco voluntaria y voy. La compañera de salud nos explica cómo usar la mascarilla. Qué incomodidad pero hay que hacerlo.

La gente viene a por comida, caras tristes, caras de vergüenza, no miran a la cara. Una niña que viene en carrito mira asustada y no es para menos. Nos ve con una mascarilla, parecemos extraterrestres. Consigo sacarle una risa diciéndole que soy un pato con pico y hasta me dice adiós con la manita. A mí me entristece mucho, me hubiera gustado haberle dado un achuchón pero ya no está permitido. Es todo extraño.

Se decretan servicios mínimos, todo parece un caos, el fin del mundo, miles de cosas a resolver en minutos, no sabemos qué hacer. Tengo la sensación de dejarme lo más importante en el trabajo cuando vuelvo a casa. Creo que en muchos días no vamos a volver a vernos y me da mucha pena, ni un abrazo, ni un beso, casi ni una despedida.

Me ofrezco ser la primera voluntaria para ir el lunes al trabajo, nuevamente mis compañeros siguen callados. Ahora no se puede reprochar nada a nadie. Aquí es cuando se conoce de verdad a la gente, en los momentos críticos. Yo no soy una heroína pero hay que resolver y hay que ser valiente.

Al llegar a casa me doy cuenta que los míos no perciben el caos igual que lo he vivido yo. Cuento cosas y situaciones y me miran con cara alucinada. Yo llevo en el bolso guantes, alcohol, mascarilla y ellos tan a gusto y como si nada. Salen y entran con total normalidad. Yo pienso: ya se darán cuenta poco a poco.

Decido ir a la carnicería, llego la primera un cuarto de hora antes de que abran. En un minuto una fila de muchas personas. Hay gente que parece estar concienciada, otros no, tan felices con los niños y los abuelos.

Cada vez más separación

DÍA 5

La directora nos va informando de todos los acontecimientos. Cada hora es algo nuevo. Cada vez estamos más separadas físicamente unas de otras. Empezamos a tener desconfianza entre nosotras. El ambiente se suaviza cuando celebramos el cumpleaños de una compañera con unas ricas tartas que nos trae. Nos chupamos los dedos.

La parte negativa es cuando a las compañeras de cocina les dicen que les hacen un ERTE. Una palabra que casi ni nos suena pero vamos a empezar a escuchar cada vez más. Aquí percibimos que todo se va a poner muy feo.

Las tiendas están vacías y la gente sigue enloquecida por las calles. Parques y supermercados llenos. La locura para esparcir el virus.

Tensión

DÍA 4

Ya estamos sin niños. Hoy es 11 de marzo, una fecha muy señalada en Madrid pero que pasa desapercibida.  

Aprovechamos a limpiar a fondo en la escuela. Se percibe mucha tensión y nerviosismo entre nosotras. El ambiente no es bueno.

Homenaje a las víctimas del 11M

Último día de cole

DÍA 3

Martes 10 en el trabajo todos nos miramos desconfiados. No sabemos muy bien qué decirnos. Las familias están asustadas y no saben qué harán con los niños y niñas. Ni qué pasará con su trabajo.

Por otra parte, hay una convocatoria del alcalde con los trabajadores en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Ahí se nos dice que tenemos que ir a trabajar aunque no haya actividades con niños. A todos nos hubiera gustado que nos dijeran que nos quedásemos en casa, empezamos a tener miedo de los compañeros y del entorno. Entiendo que las decisiones son rápidas y no da tiempo a planificar. La directora de la Escuela y yo volvemos un poco desoladas pero es lo que nos han dicho.

El pánico en el super

DÍA 2

El lunes 9 se anuncia que a partir del miércoles no va a haber colegios. Esto empieza a ser serio. Estamos todo el tiempo pendientes de las noticias. No sabemos muy bien cómo se va a desarrollar todo. ¿Tendremos que venir a trabajar? ¿Cómo van a reaccionar las familias? Hay que esperar. Por la noche después del anuncio oficial, la gente sale a los supermercados y los vacían. Cunde el pánico.

La exclusiva

DÍA 1

Mi primer día cercano a esta locura que se avecina es cuando el viernes 6 de marzo de 2020 grabamos en exclusiva el ingreso de los primeros casos que había en el Hospital del Henares. A Rafa y a Miriam les habían dicho que había dos casos ingresados y a mí por otro lado que había otros dos. Esa fue una gran noticia y nos daba miedo hasta publicarla. ¿Y si estamos metiendo la pata? ¿Y si estamos en un error? Al final el sábado 7 se publicó. Y hubo de todo. Muchas visitas y algunas personas que dijeron que éramos alarmistas. Ahí quedó la cosa.

EXCLUSIVA CORONAVIRUS /// En el Hospital del Henares (Coslada)

La gran epidemia

DÍA 0

Una gran epidemia mundial, la tan conocida como  coronavirus, invade las calles. Ya nos acaban de comunicar desde la OMS que es pandemia. Hace unos días nos sonaba lejano, en China, jaja ya ves tú, estoy segura que todos nos decíamos interiormente eso aquí no va a llegar. Incluso lo veíamos con recelo y a más de uno se le ocurrió eso de “a saber qué habrán hecho o comido”.

Otra cosa fue cuando los casos aumentaron en Europa y sobre todo en Italia, eso ya nos empezó a alarmar un poco, pero nosotros seguíamos a lo nuestro, sin más. Y había gente que nos iba advirtiendo, pero muchos los tildaban de exagerados, locos, alarmistas. Recuerdo hace unos días el programa “El cuarto milenio” de Iker Jiménez en el que ya nos avisaba que algo gordo iba a pasar. Yo le creí todo lo que contó pero he de reconocer que a mis compañeras y familia no se me ocurrió decirles nada, seguro que me mirarían raro.

Y así van pasando los días.