DÍA 45
Últimamente tengo la sensación de que el día no me cunde como yo
quisiera. Se pasan los días sin mas y no quiero. Supongo que son sensaciones
normales en estos días tan raros. Es un buen parón de nuestra existencia,
aunque pensándolo bien lo que pasó rápido es la vida anterior que llevábamos,
inmersos en la cháchara de nuestra mente. Si esta vida nos ha parado debemos
hacerle caso y pararnos y en vez de mirar hacia fuera hay que mirar hacia
dentro, hacia lo que somos nosotros. Pensemos en el dinero, en la crisis económica
que va a venir. Es todo tan relativo porque el dinero tiene el valor que se le
quiera dar y las cosas valen lo que se decide en ese momento que valen. Por
ejemplo, una tonelada de cereal siempre será una tonelada, pero un millón de
euros dependerá de quién dé más o menos se transformará en millón y medio o en
medio. Y antes aún teníamos el dinero en un billete y podíamos tocarlo y lo
veíamos, pero ahora sólo es un apunte informático. Por lo tanto nuestras vidas
se basan en el valor de todo lo que nos rodea, así nos lo han hecho ver durante
siglos. Y esa fluctuación del valor del dinero va acompañada de un consumo
exagerado y de la explotación de los recursos materiales. Pero eso debería de cambiar, por eso estamos
en casa, para pensarlo y ponerle solución. Todo tiene un límite. Quizás sea el
inicio de una nueva humanidad.
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