DÍA 10
Segundo día que tengo que ir a trabajar. Hoy como ya se qué tengo que
hacer me parece todo más fácil. El ayuntamiento está oscuro, casi da miedo.
Consigo encender luces y empiezan a llegar los que les toca hoy estar.
La gente sigue llamando asustada. Otros llaman sólo para hablar, de nada
en concreto, solo hablar. La mañana pasa rápida. Decido hacer una hoja explicativa
para el resto de compañeros que vendrán.
Solidaridad también la que recibí a mitad de mañana. Una ciudadana china
entregó de forma altruista una caja llena de paquetes de guantes y otra con
botellas de alcohol. Casi no me dio tiempo a darle ni las gracias. Echó a
correr. Enseguida llamé a salud para poder repartir todo ese material tan
valioso hoy en día. Quien nos lo hubiera dicho, hace unos días criticábamos a
los chinos y hoy son los más generosos con todos nosotros.
He observado varias cosas. Una, que da la impresión que recibimos menos
emails que hace una semana. Efectivamente el mundo se está parando. Dos, hoy no
haría cosas que hace una semana hice, como ir a un restaurante. Si hubiera sido
más consciente de la situación no me habría movido tanto de casa. Quizás no se
hubiera propagado el virus tan alocadamente.
Otra cosa que me ha llamado la atención es la de veces que mis superiores
me han dado las gracias por ir a trabajar. Creo que un trabajador de la
administración pública tiene que hacer eso, ir a trabajar y servir y ayudar a
los ciudadanos. Estamos para eso. Hay gente que no lo entiende, pero es así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario